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Incrementa tu energía alimentándote bien

Escrito por 4 minutos de lectura

Cada año, asisten a nuestro Awin Summer School grandes profesionales, para compartir sus experiencias en con nosotros. 

Cada año, asisten a nuestro Awin Summer School grandes profesionales, para compartir sus experiencias en Estrategias de Marketing Digital, Comunicación, eCommerce, Emprendimiento, Recursos Humanos, etc.

Como parte de nuestra formación interna, disfrutamos mucho poniéndonos al día de nuevas tendencias y formas de trabajar, y ampliando nuestra visión de negocio.

Hoy queremos compartir lo aprendido de Carlos Joulins Moya, especialista en Nutrición Ayurveda. Somos grandes defensores del mindfulness y el yoga como herramientas para incrementar nuestra energía y restar estrés negativo de nuestras vidas. Ya desarrollamos estas actividades en la oficina. ¿Cómo integrarlo con una buena alimentación? ¿Nos podría ayudar a estar más sanos? 

En palabras de Carlos, el Ayurveda es un sistema de procedencia india, muy antiguo y poco estudiado, que empieza a popularizarse. Significa “Conocimiento de la vida” y habla de la necesidad de cuidarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno y de replantearnos nuestro objetivo en la vida. Es una ciencia que se dedica a estudiar la vida humana y los elementos que nos permiten vivir una vida plena. Es decir, la capacidad de adaptarnos a la realidad que nos rodea, sin sentir que nada falta ni sobra, simplemente integrados de forma armónica con el medio. Cada uno de nosotros es parte y representación de la realidad.

¿Cómo llegar a estar emocional, físicamente y espiritualmente nutridos? Un primer paso es alimentándonos de forma natural, evitando los procesados en la medida de lo posible. La salud es lo natural.

En Ayurveda se habla de 3 cualidades en las que la naturaleza se manifiesta. Son estados de la energía vital 

  • TAMAS: Energía inerte. Cuando no se mueve nada, estás estancado, descansas. Es la inercia. Hay alimentos, conductas y pensamientos que llevan a la apatía y el desánimo. Es necesario que esté, pero no debe acumularse en exceso.

Los alimentos tamásicos son el pescado, las carnes procesadas, las conservas, envasados y procesados en general. También los congelados y los que tienen muchos aditivos o están muy cocinados. Estos alimentos han sido adulterados, contienen sustancias químicas o cuerpos extraños que el cuerpo no puede procesar; por tanto, gasta mucha energía en eliminarlo. Otros ejemplos son el alcohol y el tabaco.

  • SATVAS: Equilibrio. Estado centrado, cuando puedes activarte y reposar a voluntad. No se apodera de ti, sino que tú eres la fuente del impulso. Utilizamos esa energía (no ella a nosotros).

Los alimentos sátvicos son los cereales, frutas, verduras, legumbres, semillas, leche de calidad y los aceites buenos. Se recomienda la comida integral, y la cruda o cocinada de la forma más natural posible.

  • RAJAS: Alta movilidad, movimiento rápido, intensidad. Cuando se está dominado por el deseo, la pasión, el intento de lograr algo. Es una energía muy fuerte y agota, quema. Si vivimos en ansiedad y tensión permanente, solo centrados en ser, hacer o tener, no hay espacio para disfrutar.

Los alimentos rajásicos son los alimentos muy salados, muy dulces, muy picantes, muy ácidos, muy aromáticos, las carnes rojas y en general todos los alimentos animales, incluidos los huevos. Liberan muchas toxinas, y por eso se recomienda su consumo en poca cantidad. Se plantea que el ser humano es más bien herbívoro, por su proceso digestivo tan largo.  

Otros ejemplos serían el té, el café, las especias y los productos fritos.  

Los efectos de tomar estos alimentos no son inmediatos, sino que son por acumulación. Y también hay que tener en cuenta si son del medio ácido o del alcalino. Pero, sin entrar en más detalle, la principal idea es que tienen que ser rentables. Es decir, tienen que darnos nutrientes, y aportar más energía de la que nos quita.

Por último, ¿cuál es el ritmo de vida más natural? Todos tenemos más o menos energía según el momento del día. Lo ideal sería levantarnos sobre las 6.30 o 7h, desayunar (incluyendo alimentos ricos en vitaminas y minerales como las frutas) a las 8h, comer a mediodía (por ejemplo algo de hidrato, proteína y verduras), y cenar algo ligero y de fácil digestión un poco antes de la puesta de sol, para ir a dormir unas dos horas más tarde. Y, por supuesto, no deberíamos llenarnos en exceso. 

Ya disponemos de una herramienta más para saber gestionar mejor nuestra energía, ¿tienes alguna otra que te gustaría compartir también?